El piano de repente enmudece,
Quedando en la espera,
Nunca más vera por esa puerta
pasar,su dulce presencia.
Ella siempre armaba
Su orquesta,llenos de pequeños
cantores de poca experiencia
acariciaba cada tecla,
resonaba cada nota musical.
Quien la podrá olvidar,
por mucho tiempo llevo con honor
su lugar, amo siempre la música
a pesar de su edad.
Y ahora en el salón ocupa la
ausencia su lugar,
cada niño pasajero guarda
en su memoria,su enseñanza,
su constancia, y leal devoción,
ya el arte vive en cada canción.
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